By Victor Gomez
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May 12, 2023
Al renovar este año sus pólizas de Hogar, Auto, Responsabilidad Civil o Todo Riesgo para su empresa, habrá notado posiblemente un incremento del precio de estas. A pesar de que el incremento podría ser fácilmente explicado por factores intrínsecos a la economía nacional e internacional como la inflación, es producto igualmente de un reordenamiento que se viene dando en el mundo del reaseguro. Este reordenamiento responde a motivaciones macroeconómicas y geopolíticas a nivel global. Igualmente, el mercado de reaseguros está siendo víctima de catástrofes naturales de gran dimensión que han introducido incertidumbre y volatilidad a este sector. Estos cambios contemplan incrementos en precios que necesariamente repercutirán a lo largo de la cadena de reaseguro, afectando a todos sus partícipes desde el reasegurador hasta el cliente final. Comenzar por indicar que el año 2022 representó la mayor erosión de capital del mercado reasegurador en más de 14 años, pasando de un capital disponible para el sector en el año 2021 de USD 421 mil millones a USD 355 mil millones en el 2022. Respondiendo a la ley de oferta y demanda, debe encarecerse el seguro para hacer de este sector uno más apetecible para inversionistas y grandes capitales. Sumando a esto que producto de la guerra de Ucrania y el Huracán Ian, el 2022 figura entre los cinco peores años de la historia desde una perspectiva siniestral, encontrándonos ante una tormenta perfecta que debe ser navegada con información y perspicacia. Las renovaciones de los contratos de reaseguro del primero de enero de 2023 respondieron a la contracción de capital antes descrita con incrementos para mejorar el coeficiente combinado de los reaseguradores, algunos ejemplos pertinentes son: · +37% de incremento para líneas de property-catastrófico. Este es el crecimiento año a año más pronunciado desde 1992. · +57% para retrocesiones. Esto suma a un incremento cumulativo de 165% desde 2017. · +45% mercado facultativo. Incremento cumulativo de 160% desde 2017. En República Dominicana, muchas de las aseguradoras renuevan sus contratos de reaseguro a mediados de año. Esto significa que no han sido víctimas de los incrementos antes presentados, pero pueden esperar una experiencia similar a la del resto del mundo al llegar sus renovaciones. A esto se suma una posible reducción de capacidad de contratos de reaseguro producto de una reticencia por parte de las aseguradoras dominicanas de incrementar sus precios en línea con el resto de los mercados de la región, resultando esto en una fuga de capacidad hacia mercados más lucrativos para los reaseguradores como es el caso de Puerto Rico. Todo lo antes descrito corre río abajo culminando en una afectación para el cliente final. Incluso en el mejor de los casos, donde las compañías de seguro resistan el alza de los precios buscada por las compañías reaseguradoras, esto generará como antes indicado una limitación en la capacidad disponible para seguros a nivel nacional. Una contracción de capacidad de contratos significa que los riesgos más grandes (proyectos hoteleros, riesgos industriales, minería, manufactura) deberán ser cotizados por medio del reaseguro facultativo, resultando en un alineamiento del precio con la situación real del mercado. Importante también resaltar que industrias con alto nivel de exposición a riesgo de sus valores asegurados como lo son hoteles, condominios frente al mar, industria de plásticos y/o industrias que requieran el uso de inflamables serán también víctimas de cúmulos de riesgo, significando que los riesgos que no denoten los mayores estándares de gestión de riesgo serán desplazados en pro de aquellos que sí. En otras palabras, el mercado de reaseguros se encuentra en un punto álgido, debiendo ser navegado correctamente para poder sacar provecho a la coyuntura compleja que se presenta. Algunas medidas que se pueden tomar para mitigar el impacto del alza de los precios de seguros son las siguientes: Calidad de Riesgo: El seguro no es una herramienta de resarcimiento, es un producto de protección de patrimonio. Ante situaciones como la que se encuentra el mercado, es preciso invertir en la mejora del riesgo. Para las aseguradoras, esto significa limpiar su cartera de negocios. Para el cliente individual, esto significa procurar que su riesgo responda a altos estándares de gestión de riesgo. Información: Una vez escuché a un reasegurador decir que en esta industria “la incertidumbre se castiga”, se requiere tener a mano información completa y concreta, que refleje la realidad del riesgo. Para clientes particulares, procurar que sus valores expuestos se encuentren al día contemplando incrementos por inflación para así evitar castigo al momento de cotizar el riesgo, así como al momento de un posible siniestro evitar aplicación de infraseguro. Trabajar con Tiempo: En este caso, el tiempo es su aliado. Este le permite ofrecer su riesgo a más actores para evitar encontrarse encasillado en una situación desafortunada y sin opciones a las cuales acudir. No es preciso abandonar el barco por aguas turbulentas, pero es importante reconocer el contexto en que se encuentra el mercado para saber cómo sacar mejor provecho de una situación compleja y poder salir ileso del otro lado de esta tormenta perfecta.